Descansar y tener calidad de sueño es determinante para ganar bienestar y tener una salud óptima. En ocasiones el ritmo de trabajo, el estrés, la ansiedad, así como tener malos hábitos alimenticios, afectan el sueño y merman nuestra calidad de vida.
De acuerdo con la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM, por sus siglas en inglés), los problemas en la calidad del sueño constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida de más del 45% de la población mundial; para disminuir ese porcentaje sin duda alguna es necesario tomar ciertas medidas y recomendaciones, las cuales te invitamos a leer en artículos anteriores de este blog.
Si bien es cierto que siguiendo esas recomendaciones tu calidad de sueño puede mejorar, existen 3 elementos fundamentales que debemos entender y considerar para tener un buen dormir y así lograr una calidad de sueño óptima:
Puede que estés durmiendo horas prolongadas durante la noche, pero eso no quiere decir que la calidad de tu sueño sea la óptima, nuestro sueño es cíclico y se divide en ciclos que se repiten durante las ocho horas recomendables que pasamos durmiendo, pudiendo encadenar entre cuatro y seis ciclos seguidos
Fase I o etapa de adormecimiento: Esta primera etapa comprende aproximadamente los primeros diez minutos del sueño, desde que estamos en período de vigilia hasta que nos adormecemos.
Fase II o etapa de sueño ligera: La fase II de nuestro sueño ocupa aproximadamente el 50% de nuestros ciclos de sueño. Es la etapa en la que el cuerpo va desconectando lentamente de aquello que hay en nuestro entorno, y tanto nuestra respiración como nuestro ritmo cardíaco se van ralentizando. Dentro de esta fase se suceden etapas de gran actividad cerebral con otras de menor intensidad, algo que hace que sea muy difícil despertarnos cuando estamos en ella.
Fase III o etapa de transición: Se trata de una etapa corta, de apenas dos o tres minutos, en la que nos acercamos al sueño profundo. Durante las fases III y IV del ciclo del sueño es cuando nuestro cuerpo se encuentra en un estado de relajación profunda.
Fase IV, etapa de sueño profundo o de sueño Delta: La etapa de sueño profundo suele ocupar aproximadamente un 20% del total del ciclo del sueño. Es la etapa más importante de todas, ya que va a determinar la calidad de nuestro descanso.
Fase de sueño REM (rapid eye movement) o etapa de sueño paradójico: La etapa de sueño REM ocupa un 25% de nuestro ciclo del sueño, entre 15 y 30 minutos. Esta fase se caracteriza por tener una alta actividad cerebral, muy similar a la que tenemos mientras estamos despiertos: durante la fase de sueño REM la actividad cerebral es muy alta, pero nuestros músculos se encuentran bloqueados. Es la fase en la que soñamos y captamos información del exterior.
Aunque tengas un sueño de óptima calidad si dura solamente de 3 a 4 horas, probablemente no será suficiente para que su cuerpo pueda reparar y restaurar adecuadamente las funciones. Ya que generalmente para un descanso óptimo se necesitan cumplir con al menos 5 ciclos de sueño de aproximadamente 90 minutos C/U.
Este tercer elemento es muy importante, ya que garantiza que se pueda llevar a cabo un sueño profundo y el cumplimiento de las horas requeridas al dormir, las interrupciones durante la noche pueden tener muchas causas, que van desde un trastorno como la apnea o insomnio, haber ingerido comida poco ligera antes de dormir o tener alguna incomodidad relacionada al movimiento, por ejemplo si duermes en parejas y eres de las personas que se despiertan por el movimiento ajeno, es recomendable tener un colchón lo suficiente grande que te brinde el espacio requerido para evitar sentir el movimiento, adicionalmente existen en el mercado líneas innovadoras de colchones que aportan comodidad y soporte para un descanso sin interrupciones.
Dentro de la línea de colchones de Serta, se encuentra el Perfect Sleeper: un colchón diseñado para resolver los principales problemas al dormir que garantizan un sueño profundo, continuo y sobre todo cómodo durante toda la noche.